Aiser
AISER (Alianza Interplanetaria de Sistemas Energéticos y Recursos) es una de las dos megacorporaciones que dominan Habitat One y, por extensión, buena parte del Sistema Omega. Su origen está marcado por la rebelión: nació hace apenas medio siglo como un movimiento de resistencia contra la hegemonía de Renivit, impulsado por trabajadores, tecnócratas y comunidades que buscaban escapar del yugo corporativo. Lo que comenzó como una alianza clandestina se consolidó tras la Masacre de Elias Notter, cuando un líder de la revuelta y más de mil manifestantes fueron asesinados durante una protesta contra Renivit. Ese hecho forzó a reconocer a AISER como un poder político real y legitimó su transición de movimiento social a corporación.
Hoy, se presenta como la alternativa progresista dentro del capitalismo feroz de Omega. Promueve un discurso de independencia, renovación y autonomía de los pueblos, aunque en la práctica opera con la misma ferocidad que cualquier conglomerado. Su sede central no está en el planeta, sino en el Núcleo, una gigantesca estación orbital que sirve tanto de cuartel general como de laboratorio de investigación avanzada. Este emplazamiento no es solo un símbolo: es una declaración de independencia respecto a las ciudades planetarias y una muestra de su ambición por expandirse más allá de Habitat One.
Controla la energía, la automatización industrial y la mayor parte de la investigación vinculada al Ether. Sus plantas energéticas, repartidas por todo el planeta, alimentan tanto las megaurbes como las plataformas mineras del espacio. Sus divisiones tecnológicas desarrollan sistemas de automatización y robotización de alta eficiencia, mientras que su brazo científico es pionero en experimentación con Ether y su aplicación en motores, sistemas de terraformación limitada y armamento.
A través de sus subsidiarias, extiende su control a sectores estratégicos, en el imaginario popular, es vista como una corporación reformista, heredera del espíritu rebelde que le dio origen. Sin embargo, detrás de ese discurso, se oculta una maquinaria de control tan estricta como la de Renivit. Sus altos ejecutivos hablan de emancipación y justicia, pero en los barrios bajos de Neo-Sundome se dice que AISER es simplemente, la otra cara de la misma moneda.
SkyReach Industries
Es la encargada de todo lo relacionado con la construcción orbital, la minería espacial y el transporte interplanetario. Surgió como un consorcio de ingeniería y colonización que se integró en la estructura de AISER tras las Guerras Corporativas, y desde entonces se ha convertido en una de sus ramas más influyentes.
SkyReach diseña y mantiene los puertos orbitales que rodean Neo-Sundome y otras megaurbes, y es responsable de gran parte de las plataformas de extracción en lunas y asteroides del Sistema Omega. Sus ingenieros son conocidos como "los arquitectos del vacío", pues construyen en entornos donde ninguna otra corporación se atreve a operar. La compañía controla también rutas de transporte interplanetario, garantizando el flujo constante de materiales hacia Habitat One.
Sin embargo, SkyReach no es solo acero y motores. En los bajos fondos de Neo-Sundome corren rumores sobre colonias clandestinas levantadas en estaciones olvidadas, usadas como laboratorios o prisiones secretas financiadas por AISER. Se sospecha que parte de su producción minera nunca llega al mercado oficial, desviándose hacia proyectos ocultos relacionados con la investigación del Ether y el desarrollo de armamento experimental.
Para los trabajadores, SkyReach es una paradoja:
- Por un lado, ofrece empleo estable en un sistema donde la precariedad es la norma.
- Por otro, sus condiciones laborales en el espacio son brutales: turnos extendidos, exposición a radiación y contratos que obligan a generaciones enteras a servir bajo el sello corporativo.
SkyReach es el rostro visible de AISER en el espacio; omnipresente, indispensable y temida. Allí donde surge una nueva colonia minera o una estación de transporte, tarde o temprano aparecen los ingenieros de SkyReach, levantando estructuras que recuerdan a todos que el sueño de AISER se extiende más allá de los límites del planeta.
PulseNet
Es la red nerviosa de AISER, encargada de las comunicaciones globales, la seguridad digital y la supervisión de la Matrix. Oficialmente nació como un proveedor de telecomunicaciones durante la reconstrucción posterior a la Lágrima del Velo, pero con el tiempo se transformó en un aparato de control tan vasto como invisible. Hoy, cada mensaje, transmisión o flujo de datos en el Sistema Omega puede, de una u otra forma, pasar por infraestructuras administradas por PulseNet.
En Neo-Sundome, sus servidores se ocultan bajo torres corporativas y complejos anónimos, refrigerados por ríos artificiales de gel conductor. Sus empleados, apodados "los vigías", rara vez son vistos en público; operan desde salas selladas donde monitorean el tráfico de la Matrix y ajustan algoritmos que deciden qué se muestra y qué se oculta. De forma oficial, su misión es garantizar la seguridad digital y la estabilidad comunicacional; en la práctica, PulseNet actúa como un ministerio de la verdad al servicio de AISER.
Los rumores más persistentes sostienen que PulseNet está librando una guerra silenciosa contra las IA rebeldes que habitan la Matrix, reforzando cortafuegos y desplegando ICE letales capaces de freír cerebros de tecnomantes. También se sospecha que mantienen archivos secretos con perfiles completos de cada ciudadano conectado, un registro detallado de comportamientos, contactos y potenciales amenazas para el orden corporativo.
A pesar de ello, la población depende de PulseNet. Sin su red, las comunicaciones entre colonias se detendrían, los puertos orbitales quedarían ciegos y la Matrix se volvería un mar ingobernable. Esa dependencia alimenta un resentimiento contradictorio: todo el mundo desconfía de PulseNet, pero nadie puede vivir sin sus servicios.
PulseNet representa el ojo invisible de AISER; un ente omnipresente que lo sabe todo, lo ve todo y, sobre todo, decide qué puede ignorar y qué no.
Aegis Dynamics
Es el brazo armado de AISER y, al mismo tiempo, una de las compañías de seguridad privada más temidas de todo el Sistema Omega. Fundada en un acuerdo de consorcio parcial entre AISER y capitales externos, incluyendo antiguos militares y familias influyentes de Habitat One, su función oficial es la de proporcionar protección corporativa, defensa de instalaciones y seguridad en zonas de alto riesgo. En la práctica, Aegis está muy por encima de cualquier fuerza policial local, actuando como ejército encubierto de la corporación.
Los agentes de Aegis son conocidos como "los grises", por el tono opaco de sus armaduras tácticas, diseñadas para resistir tanto fuego balístico como anomalías del Ether. Cada unidad combina soldados humanos altamente entrenados con drones de combate y exoesqueletos de asalto, respaldados por protocolos de inteligencia limitada. El resultado es una fuerza de intervención rápida, eficiente y letal, capaz de sofocar disturbios en minutos o asegurar colonias enteras en cuestión de horas.
Oficialmente, Aegis opera bajo contratos privados que justifican su presencia en calles, estaciones y plataformas. Sin embargo, todo habitante de Neo-Sundome sabe que sus efectivos superan con creces a la policía planetaria en poder, equipo y autoridad real. Sus operativos rara vez rinden cuentas; si Aegis interviene, es porque hay intereses de AISER en juego, y cualquier daño colateral es considerado un "ajuste necesario".
La reputación de Aegis Dynamics es ambivalente. Para las corporaciones y colonias que pueden pagar sus servicios, son un escudo indispensable, una garantía de que ninguna revuelta, sabotaje o banda criminal alterará la producción. Para los barrios bajos y los disidentes, son verdugos uniformados, mercenarios con licencia para matar que responden solo al dinero y al Ether.
Aegis encarna la cara más brutal de AISER; donde SkyReach construye y PulseNet vigila, Aegis golpea. Su presencia recuerda a todos que la seguridad en el Sistema Omega no se dicta desde parlamentos ni comisarías, sino desde los contratos blindados de las megacorporaciones.