El Sistema Omega
El Sistema Omega es el corazón de Frontera Omega: un complejo entramado de mundos, lunas y estaciones que orbitan bajo la luz de dos soles. Es un sistema antiguo, marcado por misterios astronómicos y por la huella del Ether, cuya aparición en el año 2000 transformó para siempre el destino de la humanidad y de sus descendientes metahumanos.
Aunque cada planeta posee su propio carácter y secretos, el conjunto del sistema funciona como una red interconectada, donde la política, las corporaciones y los recursos determinan el pulso de la vida. Ningún mundo está aislado, y las rutas de comercio, minería y exploración atraviesan los vacíos entre cuerpos celestes como arterias que mantienen viva a la civilización.
Los mundos de Omega
- Habitat One: el planeta central y más joven del sistema, cuna de la humanidad y de las razas metahumanas tras el Despertar. Su ciudad principal, Neo-Sundome, es el epicentro político y económico, bajo la sombra de las megacorporaciones Aiser y Renivit.
- Lunaris: la luna boscosa de Habitat One, un santuario de Ether y único lugar de nacimiento de los Lunnataris. Hermosa, mística e intocable, se resiste a toda explotación.
- Habitat Tres: el planeta rojo, yermo y sin oxígeno, convertido en potencia militar independiente. Aislado y disciplinado, mantiene una tregua tensa con Habitat One.
- Habitat Seis: la colonia fallida, antaño un paraíso terraformado y hoy un cementerio vivo, plagado de ruinas y corrupción etérica. Es un lugar prohibido y letal, pero también un campo de saqueo para los desesperados.
- Habitat Zero: un planeta glacial en el borde del sistema, donde tormentas de nieve ocultan ruinas antiguas y cavernas que palpitan con resonancias del Ether. Científicos, mineros y los enigmáticos custodios se disputan sus secretos.
- Génesis: el jardín envenenado, un planeta tropical de apariencia paradisíaca pero letal por su atmósfera tóxica y su biología saturada de Ether. Codiciado por las corporaciones, pero prohibitivo en coste y riesgo.
- Nulara: un planeta boscoso, aparentemente menor, pero con ruinas tecnológicas imposibles de datar. Su atmósfera enferma a los visitantes y sus secretos están divididos entre corporaciones que se disputan su control.
- Nessus: el infierno industrial, un gigante volcánico explotado hasta la extenuación por Renivit. Es la forja de combustible y minerales del sistema, sostenida por el sudor de generaciones de obreros.
- Tharkarhut: un desierto abrasado por dos soles, refugio de criminales y forajidos. Sus colmenas insectoides y ruinas olvidadas lo convierten en un lugar temido y despreciado a partes iguales.
- Vorbrog: un mundo semidesértico en el borde exterior, con biomas resistentes y recursos vegetales de gran interés medicinal. Colonias científicas y mineras intentan explotarlo sin destruir su delicado equilibrio.
- Edrora: un pequeño planeta oceánico, hermoso y letal. Sus mares son ricos en biomasa y compuestos orgánicos, pero sus tormentas y criaturas marinas lo convierten en un lugar de alto riesgo para la exploración.
Un sistema de tensiones
El Sistema Omega es un lugar de contrastes extremos: desde el lujo de Neo-Sundome hasta las colmenas de Tharkarhut; desde el misterio etérico de Lunaris hasta la brutalidad industrial de Nessus. En su centro, Habitat One y sus corporaciones dictan la mayor parte de las reglas, mientras que sus colonias, rivales y mundos olvidados mantienen el equilibrio a su manera.
En este sistema, cada viaje es una apuesta: comercio, guerra, ciencia y misticismo se entrelazan en rutas plagadas de riesgos y oportunidades. Los planetas son más que esferas de roca y gas: son escenarios vivos, cada uno con su propia historia y sus propios peligros, donde el Ether, la ambición y el misterio siguen marcando el rumbo de la civilización.